Los genios se empeñan en abandonarnos, y nosotros, tristes mortales, solamente podemos llorar su perdida. Mario Benedetti ha muerto a sus 88 años de edad, el poeta uruguayo se ha marchado llevándose con él todos esos versos hermosos que aún dejó por escribir, su voz aspera y cercana y las bellas historias que nos regalaba en su poemas. Nadie que alguna vez leyese sus palabras será capaz de olvidarlas, no importa si no te gusta la poesía, o si normalmente no entiendes los complicados juegos de palabras que esta encierra, él era capaz de conquistarte desde el primer verso, con toda la sencillez del mundo, con toda la naturalidad que solo él podía crear, me atrevo a decir sin lugar a equivocarme que lo extrañaremos, lo haremos todos aquellos que hemos llorado su muerte aún solo conociendo sus versos, pero, es tan duro darnos cuenta de que personas así, que parecen hechas de otra forma también son vulnerables a la incansable muerte, y es que como cantaba Mecano, la vida es una lavadora que no distingue tejidos.
Nunca te olvidaremos
Los Formales y el frío
Quién iba a prever que el amor ese informal
se dedicara a ellos tan formales
mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa la de ella
era como un augurio o una fábula
su mirada la de él tomaba nota
de cómo eran sus ojos los de ella
pero sus palabras las de él
no se enteraban de esa dulce encuesta
como siempre o casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche
y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia
extra seca y sin hielo por favor
cuando llegaron a su casa la de ella
ya el frío estaba en sus labios los de él
de modo que ella fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos
una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre
él probó sólo falta que me quede a dormir
y ella probó por qué no te quedás
y él no me lo digas dos veces
y ella bueno por qué no te quedás
de manera que él se quedó en principio
a besar sin usura sus pies frío los de ella
después ella besó sus labios los de él
que a esa altura ya no estaban tan frío
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.
Aquí tenéis la oportunidad de escuchar esta maravilla de la lírica leída por su autor:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras?portal=0&Ref=2811&audio=0
FELIZ LECTURA.
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