Capitulo 1

Capitulo 1

# Otra vez esta sensación ! me ahogo¡ !socorro¡ , ! por favor ayuda¡¡¡¡¡#

Cuando Arae despertó sobresaltada aun tenía los ojos llenos de lágrimas, estaba empapada en sudor y su cama parecía un campo de batalla.
No recordaba nada de lo que había soñado, solo esa sensación, en la que le faltaba el aire, y todo parecía oscurecerse, no sabia que era, ni cual era la causa, pero últimamente le ocurría mas a menudo, cada vez con mayor frecuencia, cada vez con mayor intensidad.

Decidió levantarse de la cama y ducharse, hoy era un día muy especial, por fin había llegado, y no estaba dispuesta a estropearlo, aprovecharía al máximo esa semana de viaje por Hungría.

Cuando salio del baño su negro pelo aun estaba empapado y se le pegaba a la cara tapando sus grandes ojos oscuros y dificultándole la visión, a duras penas consiguió vestirse.
Corrió hacia el pasillo, donde hacia dejado la maleta la noche anterior. No había nadie en casa, mama se fue a las seis y papa no volvería hasta mañana, era propietarios de un empresa farmacéutica y apenas tenían tiempo.
Entrando en el pasillo resbalo con el agua que aun caía de su pelo, dándose cuenta de que tenia la espalda mojada, miro el reloj y vio que perdería el autobús, cogió la maleta y salio corriendo.

Al llegar a la estación comprobó que todos sus compañeros ya habían subido al vehiculo, entonces vio dos figuras que le resultaban muy familiares, como no, eran Aztoa y Faam que le hacían señales forma exagerada desde el autobús.
Cuando subió todos estallaron en aplausos. Al dirigirse a la parte de atrás donde estaban sus amigas vio que estas no paraban de reírse.
-Es el quinto viaje al que llegas tarde- dijo Faam en un intento por contener la risa.
-Has batido tu propio record- continuo Aztoa sin dejar de convulsionarse.
-¿Tu crees que se podrá incluir en los Guiness? – Siguió la primera sujetándose la barriga.

Arae se dejo caer en el asiento y resoplo, como resultado del agotamiento producido por la carrera, entonces se dio cuenta de que algo le faltaba.
-Ostras- dijo echando la cabeza hacia atrás – me he dejado mi colgante-. Aztoa no pudo contener una nueva carcajada.
-El record de retrasos, pero, el número de olvidos escapa a mis cálculos- añadió mientras chocaba la mano con Faam.

De repente se vio la figura de la profesora de historia que ocupaba la parte final del pasillo y se apoderaba del micrófono; después de un ruido chirriante se oyó la voz de la joven:
-Niños nos dirigimos al aeropuerto, desde allí cogeremos un avión hasta Hungría- Los chicos rompieron en vítores, la profesora miro a sus compañeros, les dirigió una sonrisa, y prosiguió:
-Bueno chicos silencio, comportaos que ya no sois niños- Después de estas palabras volvió a tomar asiento.

Las chicas se miraron, los verdes ojos de Faam resplandecieron por la luz, las tres pensaron lo mismo:

“Comenzaba la aventura”