IMPORTANTE

Yo no soy la protagonista de la historia, tome el nombre de ella, no le di el nombre por mi. Además no soy la única autora, esta historia fue escrita en colaboración con mis dos grandes amigas Fama y Oro. Queda totalmente prohibida la copia o reproducción parcial o completa de esta sin el premiso explicito de alguna de las autoras.

lunes, 8 de junio de 2009

Capitulo 2

Capitulo 2


La habitación se ilumino sin previo aviso Júgik se sobresalto. Sus ojos violetas se cerraron al contacto con la luz, llevaba varios meses encerrado y le resulto difícil acostumbrarse a la claridad. Su carcelero entró en el agujero donde lo tenían prisionero; era un zulo mal ventilado, oscuro, y con humedad, no sabía exactamente como era de grande, pero estaba seguro de que no podría extenderse más de un metro cuadrado. Respiro hondo, sus manos atadas sangraban lentamente debido a sus frustrados intentos de liberarse. La barba ya bastante crecida tapaba su joven rostro de diecisiete años, y le provocaba un picor constante, el pelo húmedo por el sudor le caía sobre la cara en mechones irregulares.
La figura de su opresor se dibujo ante el. Era un mujer alta, metro ochenta, aparentemente débil, de piernas largas y cuerpo perfecto, pero esa gema roja que brillaba en su frente revelaba su verdadera identidad, era una Capitibus, guerreros fuerte y sanguinarios de los que nadie conocía su origen.
La miro a los ojos, buscando una mínima huella de humanidad, pero enseguida perdió toda esperanza. La mujer lo agarro por el pelo, su cabellera negra, casi azul, se convulsiono con el tirón de tal forma que la cabeza la siguió; la opresora no cambio de expresión, simplemente dijo:
-no se escribirán más caminos en el mapa de tu vida- Rompió las cadenas de un simple manotazo y lo arrastro fuera de las paredes que habían sido su prisión.
Cuando estuvieron a unos pasos del lugar de encierro Júgik puedo comprobar que su celda no era la única, en realidad había cientos. No recordaba haber visto ese lugar nunca , cayo entonces en la cuenta de que el día de su llegada estaba inconsciente, después de un enfrentamiento con unos Capitibus que habían capturado a unos niños, después del encuentro no recordaba nada más, simplemente se despertó en el lugar del que acababan de sacarle. Se dio cuenta entonces de que todas las celdas eran simplemente hoyos en las pareces de roca, los cuales se cerraban con piedras de gran tamaño, al volver a mirar con más detalle observo que esa especie de cárcel donde se encontraban prisiones era un gran agujero en la ladera de una montaña.
Júgik ya apenas tenia fuerzas, pero seguía resistiéndose – Camina no me obligues a matarte antes de lo previsto- dijo ella, de repente se paro en seco y respiro hondo –Debí haber contado con esto- pero su cara continuaba sin tener expresión alguna.
A su alrededor se dibujaron siete figuras que oscilaban en edades de los doce a los diecinueve años, sus ojos eran de colores diferentes y muy cariados, rojo, gris, amarillo, púrpura; eran ellos, sus hermanos de adopción, los Militum, Júgik los reconoció rápidamente. Dos se abalanzaron sobre la mujer y le proporcionaron un fuerte golpe en la cabeza que quebró su gema en mil pedazos, la muerte brillo en sus ojos, y el cuerpo sin vida de a guerrera callo al suelo.
El joven no salía de su asombro cuando un muchacho de ojos púrpura se le acerco y le golpeo suavemente el hombro en muestra de cariño, llevaba un pañuelo celeste que sujetaba su alborotado cabello rubio.
-Vahep ¿Qué hacéis aquí?- dijo el antes prisionero mirando a su interlocutor como si fuera un espectro.
-Salvarte la vida- respondió el otro sonriendo- no sabemos que planes tenían para ti- continuo- pero no quieras buscar respuestas para todo.

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